A comienzos de 1996
Lois Gradwell me presentó The Round Table
Review (La Revisión Mesa Redonda), una publicación bimestral de The Round Table Press, que presenta
“contribuciones contemporáneas de la psicología Junguiana.” Dolores Brien,
editora de The Round Table Press, y
yo comenzamos una correspondencia vía e-mail explorando la posibilidad de revisar el Journal of Sandplay Therapy (Revista de Terapia de Juego de Arena) en su
“Columna de Revistas”. Ella estuvo de
acuerdo en revisar la Revista y después pidió 1000 palabras acerca de “Qué es
el juego de arena desde una perspectiva junguiana” para presentar el juego de
arena a sus lectores. Que desafío! Lo que sigue a continuación es una
reimpresión de ese esfuerzo. Se reimprime aquí para invitar a otros terapeutas
de juego de arena a escribir su versión de “Juego de Arena desde una perspectiva
Junguiana” para la columna Reflexión de la Revista. Recuerden, no más de 1000
palabras! L.C.
Los niños siempre
están encantados de jugar en la arena, trayendo su mundo interno y externo
juntos a través de la imaginación. Los curanderos Dogon de Mali dibujan
patrones en la arena y más tarde leen las huellas de las patas dejadas en la
noche por los zorros del desierto para adivinar el futuro. Los monjes budistas
tibetanos duran semanas creando el mandala de arena Kalachakra, el cual es
usado para contemplación e iniciación en prácticas tántricas. Donald Sandner,
en Símbolos Navajos de Sanación
(Navaho Symbols of Healing), escribió acerca de las ceremonias Navajo de
pintura en la arena en las cuales son creadas imágenes sobre orden del mundo
para invocar los poderes de sanación para traer de vuelta las psiques de la
gente a la armonía con el universo. Tras la finalización de todos esos
rituales, la arena es cepillada y dispersada.
Ya sea que quienes
hacen esas creaciones en arena sean niños, sanadores o sacerdotes, energías
potentes e inefables pueden ser agitadas en un nivel intuitivo no racional. La
arena le abre la puerta al mundo inconsciente. En el folclor europeo
occidental, el hombre de arena pone a los niños a dormir rociándoles arena en
sus ojos. La arena es influenciable, mutable e impermanente: “Bailando en la
arena y sin embargo no se habían visto los pies,” Shakespeare escribió en Venus y Adonis. Las partículas de arena,
creadas por la desintegración de las rocas de la tierra, son ideales para verter
y convertirse en una imagen del mundo simbólico. Nosotros podemos “… ver un
Mundo en un grano de Arena” como Blake escribió en Augurios de la Inocencia
(Auguries to Innocence).
De esta manera, no
es sorprendente que psicoterapeutas, como sanadores contemporáneos, jugando en
la arena se hayan tropezado con un método terapéutico. Margaret Lowenfeld, una
psicoanalista infantil pionera durante los años 30 fue la primera terapeuta en
poner arena en las cajas con agua y figuras cercanas en su consultorio. Ella
graciosamente atribuyó la invención de lo que más tarde llamó “La Técnica del
Mundo” a los propios niños que naturalmente reunieron esos materiales en la
terapia de juego.
Dora Kalff fue
inicialmente influenciada por Emma y Carl Jung y su inmersión en el Budismo
Tibetano. Ella también estudió con Lowenfeld en Londres por un año en 1956.
Cuando volvió a Zurich, Kalff desarrolló otra forma de utilizar esos materiales
terapéuticamente, lo cual ella denominó “juego de arena”.
Los terapeutas de
juego de arena que trabajan de la manera en que Kalff enseñó diferencian juego de arena (sandplay) de terapia de caja de arena (sandtray
therapy). La terapia de caja de arena
es un término más genérico que se refiere a una variedad de maneras efectivas
de usar arena, figuras y un contenedor desde diferentes perspectivas teóricas. La terapia de juego de arena enfatiza en
las cualidades espontáneas y creativas de la experiencia creativa en sí misma.
La esencia del juego de arena es no verbal y simbólica. En lo que Kalff denominó el “espacio libre y
protegido” proveído por la caja y la relación con el terapeuta, niños y adultos
juegan con arena, agua y miniaturas durante un período de tiempo, construyendo
manifestaciones concretas de su mundo interior. Cuando las energías en la forma
de “símbolos vivientes” son abordadas en el inconsciente personal y colectivo,
la sanación puede ocurrir espontáneamente dentro de la persona en un nivel
inconsciente. En la medida en que una relación más armoniosa entre consciente e
inconsciente se desarrolla, el ego es restructurado y fortalecido.
El juego de arena
puede abrir a la persona a re-experienciar estados pre verbales y no verbales.
Los niños entienden (reconocen) el lenguaje antes de que puedan hablar (recordar)
un lenguaje. Un adulto puede haber olvidado ó nunca haber aprendido palabras
para algunas experiencias interiores. Aun así ellos pueden reconocer una figura
intuitivamente sin ser capaces de recordar por qué ó qué es. Es por esto que
los terapeutas de juego de arena a veces dicen, “Deja que la figura te escoja”.
La caja silenciosa
con la arena suave y un terapeuta confiable cerca, permite que las imágenes
aparezcan para quien está jugando con la arena. La variedad de figuras y la
experiencia sensorial con la arena y el agua también estimulan el inconsciente.
La naturaleza elemental del juego de arena evoca el cuerpo y toca la madre
interna. La arena puede ser moldeada, el agua vertida, el fuego encendido y el
aire soplado. El flujo y equilibrio elemental que es creado en la caja refleja
procesos en la psique así como en el mundo natural.
El tamaño de la
caja en sí mismo está diseñado para contener la mirada fija de una persona, lo
cual puede estimular la concentración e intensificación de las energías
psíquicas. La arena y el fondo y los lados azules ofrecen la posibilidad
concreta de cavar en las profundidades o construir hacia las alturas.
Las figuras
tridimensionales también ofrecen una plenitud de representación que no requiere
destrezas. Hasta un niño de tres años de edad puede construir escenas
multidimensionales complejas. Esas figuras pueden facilitar tanto la
diferenciación como la conexión de diferentes pedazos de significado y traerlos
luego a la consciencia. Así como el vaso alquímico, la caja de arena dentro de
la relación de persona y terapeuta contiene e intensifica la temperatura y la
presión y así el cambio puede suceder.
La eficacia del
juego de arena proviene de la creación de la imagen en sí misma en la arena
como una forma de imaginación activa sin enfocarse en el proceso cognitivo o en
la producción completa. Las imágenes del juego de arena generalmente no son
interpretadas mientras el proceso se está llevando a cabo, de tal manera que el
que juega en la arena puede estar cerca de la experiencia viviente en su cuerpo
e imaginación. El terapeuta es un testigo que ante todo resuena empáticamente
con la persona que está jugando en la arena. Cuando ambos simultáneamente
experiencian el mundo interior del que juega en la arena a través de la
mediación del juego de arena, ocurre un momento de sincronicidad. Esto les
ayuda a ambos a contener y a honrar la experiencia y así esta continúa
trabajando dentro de la persona. El juego de arena generalmente se hace de
manera complementaria con la terapia verbal, la cual realiza los aspectos
interpretativos del trabajo psicoterapéutico. La revisión y más discusión
analítica de las cajas de arena puede ocurrir años después de que el proceso se
completa.
La esencia de
convertirse en un terapeuta de juego de arena está en experienciar el proceso
personal de juego de arena con sus ciclos de perderse, esperar y retornar a
casa. El hecho de que el terapeuta en cuanto sanador herido tiene que haber
sido iniciado él mismo antes de convertirse en guía de otros, es un principio
junguiano profundamente arraigado.
Aunque el uso de
arena en prácticas rituales existe de manera continua desde las tradiciones
antiguas a través de métodos psicoterapéuticos junguianos y otros, los terapeutas
de juego de arena ahora están preocupados por la economía de la salud y el
impacto de los valores modernos en el futuro del juego de arena. Los terapeutas
de juego de arena también necesitan continuar relatando su trabajo de la
evolución en curso del entendimiento de la psique.
A lo largo de estas
líneas Terapeutas de Juego de Arena de América
está planeando una conferencia en abril de 1997 llamada Prácticas Antiguas, Direcciones Futuras. En medio del empuje y la
carrera hacia el futuro, la simplicidad y la profundidad del juego de arena
puede ayudar a mantener su integridad como santuario y lugar de sanación.
Referencias
Sandner, Donald (1991). Navaho Symbols of Healing. Rochester: Healing Arts Press,
Tomado de: Journal of Sandplay Therapy Volume VI
Number 1 1997
(Traducción: Inés De la Ossa Izquierdo)
Doctora Inés,
ResponderEliminarMuchísimas gracias.
Abrazos.